
Escenario de marionetas
En el escenario cotidiano de la vida ocurren cosas trascendentales, como ir de compras. Como si alguien nos trazase un camino por el que surcar cada día con sus arcenes y sus bifurcaciones para brindarnos cierto sentimiento de libertad. Todos aspiran a ascender en los escalafones de la sociedad, guiados por un reloj sin tiempo y cuando llegan a la cima se sienten decapitados y frustrados. Por más que asciendan siempre serán marionetas de alguien, o de algo más grande. Atrapados en un sistema hipnótico y hermético que nos controla desde la infancia hasta la vejez, mientras buscan la forma de crear sustitutos con procesadores que obedecen sin cuestionarse nada. Sin embargo, siempre hay alguien despierto, cuyas inquietudes despiertan cierta curiosidad por trazar sus propios senderos. Para ello tendrá que salirse de la mátrix y enfrentarse a nuevos retos… buscar en el subconsciente desde su niñez, para saber quién es y hacia dónde va. Hasta que no salga por la puerta que conduce a la luz del conocimiento seguirá siendo un esclavo. Recordemos a los caballos de Platón. El blanco era perfecto por su templanza y el negro era imperfecto por su naturaleza salvaje ¿y si fuese al revés? El equino blanco está triste por haber sido instruido y privado de su naturaleza perdiendo su identidad. Sin embargo, el negro es libre, vigoroso e impredecible, forjado de fuego y furia ¿Cuál de ellos eres tú?
